3. Sacrificio
Sacrificio
Un sacrificio es un ritual que implica la destrucción de algún tipo de material. El material a ser sacrificado (ofrecido como regalo, matado, comido, quemado, o simplemente destruido) podría representar a la persona que ofrece el sacrificio o que lo recibe, o puede representar a la institución o estructura social que se desea mantener con el ritual. A menudo, el texto que acompaña el ritual se refiere a todos estos niveles, y de esta manera, el objeto de sacrificio se convierte en el punto de referencia para la continuación del mundo y la vida.
En el último verso del himno Purusha (ver sección 2) hay una frase que parece completamente absurda pero que es interesante para nuestra comprensión del hecho del sacrificio: "Los dioses sacrificaron al sacrificio con el sacrificio". Sólo un sacerdocio altamente especializado podría llegar a algo así. Pero, en cierto modo, la declaración muestra la extraña característica lógica circular del sacrificio. Purusha es todo: la designación del mundo y el sacrificio por el cual se creó el mundo. Se podría decir que una cuarta parte de él que está en este mundo se sacrifica por las tres cuartas partes de él que están ocultas en el mundo de los dioses. La cuarta parte visible se mantiene constantemente viva con la energía restante de las tres cuartas partes invisibles. Un sacrificio hace que el mundo continúe avanzando y renueva el orden establecido con la creación. "Estas fueron las primeras reglas", dice el texto, mostrando el sacrificio como el creador del orden social, en tiempos primigenios y en cualquier sacrificio posterior.
Podemos entender más esta idea comparando sacrificios y pensamientos sobre el sacrificio en otras partes del mundo. En las iglesias cristianas, la Santa Comunión o Eucaristía es un sacrificio. A veces, también se le llama "comunión", debido a que los participantes van al altar y delante de la cual hay un semicírculo con almohadas en las que uno puede arrodillarse y para recibir el objeto de sacrificio. A menudo, se canta un antiguo himno "Oh tú, Cordero de Dios". Tres veces, se invoca a Cristo como el Cordero del sacrificio que tomó sobre sí los pecados del mundo. Cada participante recibe una oblea, una delgada hoja de pan ácimo y un pequeño vaso de vino. Antes de comer y beber, el oficiante cristiano lee en voz alta un breve texto en memoria de la Última Cena que Jesús, según los mitos cristianos, compartió con sus discípulos poco antes de ser arrestado y ejecutado. En esa ocasión, la tradición dice que rompió una barra de pan en pedazos, lo compartió con sus discípulos, y dijo: "Tomad y comed: es mi cuerpo que será entregado por vosotros." De la misma manera, se sirvió vino, diciendo:" Bebed de la misma copa, esta copa es la alianza nueva y eterna sellada con mi sangre, derramada por vosotros para que vuestros pecados sean perdonados." Cuando el pan y el vino se entregan, el sacerdote habla a cada participante: "Este es el cuerpo y la sangre de Jesucristo."
El texto es una reescritura realizada por Tim Jensen y Karna Kjeldsen de un borrador en inglés de la introducción a Horisont - un libro de texto para la enseñanza de la religión de la escuela secundaria superior danesa, editado por los profesores universitarios Annika Hvithamar y Tim Jensen, y los profesores de enseñanzas secundaria superior Allan Ahle y Lene Niebuhr, publicado por Gyldendal, Copenhague 2013. La introducción original fue escrita por Annika Hvithamar y Tim Jensen a partir de las contribuciones de J. Podemann Sørensen.
El retablo de Tribsees
El retablo de Tribsees: En la parte superior del centro del altar se muestra a Dios en su cielo entre el sol y la luna, adorado por los ángeles. A su izquierda vemos a Adán y Eva en la boca del infierno, un símbolo del hombre devorado por sus pecados. A su derecha un ángel predice que María dará a luz a Cristo, que salvará a la humanidad de esta situación. En el centro, los cuatro evangelistas versan la palabra, como por ejemplo, las palabras del Evangelio que ellos mismos han escrito conjuntamente, en un molinillo impulsada por los cuatro ríos del paraíso. A ambos lados, pueden verse los doce apóstoles que vigilan las compuertas. Del molinillo sale el pan, que puede verse en la parte inferior central del altar, con la forma del niño Jesús sentado en el cáliz, exactamente de la misma manera que se colocaban el pan y el vino en aquel tiempo. A la izquierda, el pan es entregado a los cuatro estamentos: la nobleza, el clero, los plebeyos y los campesinos. A la derecha, el emperador es coronado y él mismo, toma también, un trozo del pan redondo. El objeto de sacrificio, el pequeño pedazo redondo de pan, se ha convertido en el punto de referencia no sólo de la creación, el pecado y la salvación sino también de toda una estructura social y de la autoridad de un gobernante, tal y como hemos visto en los sacrificios de la India y Egipto.
"Tribsees interior de la iglesia 001" por Concord - Trabajo propio.
Wikimedia commons. Utilizable en las condiciones de la
licencia Creative Commons , Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported
URL: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tribsees_church_interior_001.JPG
(Consultado el 01/04/2015)